Orquestación de Flujos de Trabajo Aplicativos: 5 buenas prácticas para una implementación exitosa

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Las empresas confían cada vez más en la tecnología para la gestión de las actividades cotidianas y, a menudo, la implementación de un nuevo servicio de negocio implica la orquestación de nuevos flujos aplicativos y grandes volúmenes de datos. La Application Workflow Orchestration representa, por tanto, una pieza clave dentro del proceso de Transformación Digital para empresas de todos los sectores.

Sin embargo, su implementación dentro de la infraestructura informativa de la organización es un proyecto complejo, que debe abordarse con las herramientas adecuadas y siguiendo buenas prácticas específicas.

Orquestación de Flujos Aplicativos: 5 buenas prácticas

La Application Workflow Orchestration tiene sus raíces en la Workload Automation (WLA) y, previamente, en la planificación de tareas (job scheduling). A lo largo de los años, se han desarrollado múltiples buenas prácticas para facilitar su adopción, muchas de las cuales han sido enriquecidas por técnicas del desarrollo de software. Para quienes hoy enfrentan el reto de implementar esta tecnología, aquí compartimos cinco buenas prácticas clave:

  1. Imitar el desarrollo de software. Las metodologías eficaces en la escritura de código son también valiosas para la orquestación de flujos. Técnicas como la definición de clases y la arquitectura de microservicios permiten crear flujos modulares y reutilizables que maximizan su valor a largo plazo. Definir clases significa identificar funciones comunes entre flujos y encapsularlas en componentes compartidos, en lugar de replicarlas. Por otro lado, una arquitectura basada en microservicios promueve el diseño de flujos como conjuntos de funciones mínimas e independientes, facilitando su trazabilidad, depuración y mantenimiento evolutivo.
  2. Integrar DevOps. El desarrollo de flujos de trabajo debe incorporar principios DevOps, especialmente el versioning. Gracias a las API proporcionadas por las plataformas, los especialistas pueden asignar versiones a los componentes del flujo e incluir metadatos contextuales. Esto mejora la trazabilidad de los cambios, permite entregas controladas y reduce el tiempo de resolución de errores.
  3. Garantizar la Process Lineage y la visibilidad. Al igual que con el Data Lineage —la trazabilidad del origen y evolución de los datos— es fundamental conservar la genealogía de los procesos: dónde comienzan, qué procesos generan y hacia dónde se dirigen. Esta visibilidad también debe extenderse a las relaciones y dependencias entre procesos, idealmente mediante herramientas gráficas que muestren de forma clara los triggers y condiciones de ejecución.
  4. Codificar los Acuerdos de Nivel de Servicio (SLA). Es esencial definir claramente los resultados esperados, lo que se considera error y en qué nivel. Una vez consensuado el SLA, es más sencillo categorizar eventos como errores o no. Codificar los SLA en los flujos de trabajo permite análisis predictivos y estadísticos: si un proceso tiene una duración media con márgenes establecidos, las desviaciones pueden detectarse automáticamente y activar algoritmos de IA para aplicar medidas correctivas.
  5. Establecer un lenguaje común. Etiquetas, componentes, módulos internos y especialmente los nombres de los flujos deben seguir un léxico común. Cada organización tiene su jerga, pero al orquestar flujos es necesario establecer reglas para nombrar los elementos. Los “nombres parlantes” no existen realmente en proyectos colaborativos o de largo plazo. Sin un lenguaje normalizado, aumenta el riesgo de errores y confusión. Además, dado que estos flujos tienden a mantenerse durante años, un lenguaje compartido facilita su gestión y mantenimiento.

Beneficios de adoptar buenas prácticas en la Orquestación de Flujos

La Application Workflow Orchestration es una herramienta imprescindible para impulsar el negocio, con un alto potencial para optimizar y controlar procesos. Sin embargo, como sucede con cualquier tecnología empresarial de nivel avanzado, los beneficios se concretan solo si su adopción se realiza de forma correcta, evitando malas prácticas que, con el tiempo, se transforman en problemas estructurales y sobrecargas operativas.

Si se implementa adecuadamente, la Application Workflow Orchestration ofrece ventajas como:

    • Mejor experiencia del cliente. los nuevos servicios se implementan más rápidamente;

    • Productividad. los nuevos procesos no requieren personal adicional dedicado;

    • Flexibilidad y escalabilidad. los flujos pueden ejecutarse en cualquier máquina, evaluando en tiempo real la necesidad de recursos adicionales;

    • Gobernanza de datos. los datos se gestionan conforme a las políticas corporativas y normativas vigentes.

Adoptar buenas prácticas en la implementación de la Application Workflow Orchestration conduce a una mayor eficiencia operativa, contribuyendo a la reputación corporativa, la sostenibilidad económica y la transparencia organizacional.