La Automatización Robótica de Procesos (RPA, por sus siglas en inglés) consiste en el uso de tecnologías que emplean software "inteligente", conocidos como "robots de software", para ejecutar tareas repetitivas sobre grandes volúmenes de datos que requerirían mucho tiempo y esfuerzo si fueran realizadas por seres humanos. Aunque a menudo se confunde con la inteligencia artificial (IA), es importante destacar la diferencia: los sistemas RPA imitan las acciones humanas, mientras que la IA simula el funcionamiento del cerebro.grupocibernos.com+2SAP+2IBM+
Ambas tecnologías están interrelacionadas y se sitúan en dos extremos complementarios del continuo de automatización informática: por un lado, la RPA se centra en procesos orientados a la acción (doing), mientras que la IA se enfoca en procesos orientados a la reflexión (thinking). Esta "humildad" de la RPA, que permite automatizar tareas como escaneos, videos, correos electrónicos, imágenes, entre otros, ha sido clave para su éxito, especialmente en comparación con la IA, que prefiere bases de datos estructuradas y de alta calidad. Integradas, ambas tecnologías pueden mejorar significativamente el rendimiento empresarial.
Actualmente, se habla cada vez más de IBPA (Automatización Inteligente de Procesos de Negocio), que implica la ejecución "inteligente" de procesos repetitivos: la IA, mediante el análisis de datos históricos e información en tiempo real, identifica y condiciona el proceso más adecuado y apoya a la RPA en el tratamiento de documentos sujetos a automatización (como otros servicios cognitivos como RaG y LLM); la RPA, por su parte, lo ejecuta según los inputs recibidos, proporcionando el resultado esperado de manera oportuna y sin errores.
Concretamente, en la RPA, la capacidad de extraer valor de los procesos y de la operativa diaria se manifiesta gestionando datos incluso no estructurados y aprendiendo a repetir tareas de forma autónoma, similar a los algoritmos de aprendizaje automático típicos de la inteligencia artificial. Generalmente, el punto de observación desde el cual los software de RPA obtienen información para desarrollar su lista de acciones es la GUI (Interfaz Gráfica de Usuario), coincidiendo con la utilizada por el usuario. Sin embargo, las posibles fuentes de los robots de software son infinitas, ya que no están obligados a recibir datos estructurados a través de las clásicas API (Interfaces de Programación de Aplicaciones) que permiten la comunicación entre sistemas diferentes. Esto significa que no se requieren los tiempos necesarios para proyectos de integración de sistemas, que son muy complejos y costosos, y que la tecnología RPA, por el contrario, es de fácil y rápida aplicación. Una investigación del Observatorio IBPA del Politécnico de Milán muestra que, en 2023, el 42% de las grandes empresas italianas utiliza la automatización de procesos, ya sea como RPA (27%) o como IBPA (15%).
El punto de partida para la automatización de procesos es identificar aquellos flujos de trabajo que pueden optimizarse si se transforman en secuencias automáticas. Son procesos en los que la interacción humana es determinante: la velocidad es reducida, los horarios son discontinuos y el margen de error no es despreciable. Entre estos se encuentran, por ejemplo, la lectura de correos electrónicos, la validación de documentos, la búsqueda de información estructurada o, finalmente, la recopilación o elaboración de información de diversas fuentes.
En cada empresa, independientemente del sector al que pertenezca, existen innumerables procesos de este tipo en las diferentes áreas:
A estos procesos se suman los específicos de la empresa o del sector, como, por ejemplo, la asistencia postventa en el comercio minorista, el reabastecimiento automático en la logística o, finalmente, el control de calidad en la manufactura. Independientemente del ámbito o sector de aplicación, los beneficios proporcionados por la RPA son identificables con precisión:
No es casualidad que la Robotic Process Automation (RPA) esté siendo adoptada cada vez más, tanto en Italia como en el resto del mundo. Un informe reciente publicado por Market Research Future (MRFR) sostiene que el mercado de la RPA alcanzará un valor de 42.38 mil millones de dólares para 2032, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 24.37%. Según la misma investigación, las áreas geográficas que están demostrando ser más receptivas a la implementación de soluciones RPA son América del Norte y Europa. En el viejo continente, los países líderes en la difusión de la Robotic Process Automation son, en particular, Alemania (en términos absolutos) y el Reino Unido (por la tasa de crecimiento).
Un factor decisivo que justifica este crecimiento es el ROI (Return on Investment o Retorno de la Inversión). Con un gasto relativamente bajo y una implementación bastante fácil, la RPA ofrece beneficios inmediatos. El ROI se puede calcular relacionando el TCO (Total Cost of Ownership o Costo Total de Propiedad) de la RPA (plataformas, desarrollo de proyectos, mantenimiento, etc.) con los beneficios económicos y operativos:
A estos elementos se añaden los beneficios intangibles, como la eficiencia operativa, la trazabilidad de las operaciones y la satisfacción del cliente, que contribuyen en general al rendimiento empresarial.
Ya en 2017, McKinsey destacaba que las empresas podían automatizar al menos el 30% de las actividades en aproximadamente el 60% de los diferentes campos laborales, utilizando la automatización de procesos. Hoy, esta posibilidad se amplifica gracias a los avances de la Inteligencia Artificial (IA), aplicada en diversos sectores. En el sector manufacturero, por ejemplo, un caso concreto de RPA e IA involucra la gestión de suministros de materias primas o productos semielaborados. La IA puede analizar los datos históricos y de contexto (como picos imprevistos de demanda) y proporcionar indicaciones para la producción. Un proceso automático puede analizar el inventario y notificar al gerente de la cadena de suministro la necesidad de crear una nueva orden de compra.
En el retail y la gran distribución, el IBPA optimiza la efectividad de las promociones, aumentando los beneficios: los bots de RPA pueden extraer y vincular automáticamente los datos de diferentes fuentes (POS, eCommerce, tiendas físicas, etc.), y las herramientas de IBPA analizan estos datos para identificar, grupo por grupo, las promociones más adecuadas (descuentos específicos, ventas cruzadas, etc.).
Otro sector que ha experimentado con éxito la integración de sistemas RPA para apoyar las operaciones de back-end y front-end es el sector bancario y financiero. Fases preliminares como la entrada de datos o el análisis de la documentación necesaria para solicitar una hipoteca se han realizado con una velocidad y precisión impensables incluso para el más rápido e incansable de los trabajadores humanos. Un caso real es el de una empresa de gestión patrimonial en América del Norte que implementó RPA y Machine Learning para automatizar procesos operativos esenciales que requieren el procesamiento de miles de documentos. Los resultados fueron:
A raíz de estos resultados, han surgido voces preocupadas sobre el impacto que la RPA tendrá en el mercado laboral. A aquellos que temen que los robots software eliminen los trabajos humanos en el futuro, se les puede responder que el impacto de la Robotic Process Automation es similar al de la robótica en la manufactura. Hasta la llegada de la automatización industrial, muchos trabajos pesados recaían sobre los operarios, con mayores riesgos para la salud y condiciones de trabajo más duras que las actuales. Hoy en día, la fábrica es muy diferente a la de hace 30 o 50 años, pero eso no significa que sea peor. Del mismo modo, la desaparición de tareas rutinarias en las oficinas, realizadas por RPA, facilita la apertura de nuevos puestos en los que la intervención humana sigue siendo insustituible.
La introducción de RPA e IBPA conlleva un cambio cultural dentro de la empresa, y este es el desafío más importante que las empresas deben enfrentar. En otras palabras, se trata de rediseñar los procesos para crear una interacción positiva entre hombre y máquina. La máquina (o el bot) es un colaborador, cuyos roles y ámbitos de intervención están claramente definidos y son funcionales a objetivos empresariales más ambiciosos. Es necesario acompañar esta transición con estrategias tanto a nivel organizativo como de formación del personal, que incluyan:
Paralelamente, se deben abordar otros desafíos que conlleva la introducción de la automatización de procesos:
Según un estudio de Grand View Research, la tendencia futura será una integración cada vez mayor entre RPA y otras tecnologías, tanto a nivel de software (IA y ML), como de hardware (por ejemplo, OCR – Optical Character Recognition), para ofrecer funcionalidades avanzadas de automatización. La misma investigación destaca cómo la necesidad de las empresas de automatizar procesos ha llevado a Google a firmar acuerdos con Automation Anywhere para incorporar servicios de automatización en su oferta en la nube. La conclusión para las empresas es clara: la automatización de procesos ya no es una opción, sino una necesidad para ampliar el negocio y mantenerse competitivo.